"Si la historia la escriben los que ganan, quiere decir que hay otra historia, la verdadera historia."

viernes, 17 de febrero de 2012

Ramsay: Otro amigo de la Revolución de Mayo


Recensión de Rear Admiral Robert Ramsay RN: A friend of the May Revolution, de Eduardo C. Gerding (inédito, 2010).

Un amigo de este bloc de notas nos ha hecho llegar copia de este inédito que leímos con fruición.

En esta obra se relata la historia del marino escocés Robert Ramsay y su especial vinculación con el Río de la Plata en los tiempos de la Revolución de Mayo y las guerras de la Independencia.

Ramsay participa con distinción en algunas de las batallas navales más importantes de las guerras napoleónicas, hasta que, en mayo de 1809, acompaña al almirante Michael DeCourcy en su expedición al Atlántico Sur. Al mando de la goleta HMS “Mistletoe”, el Tte. Ramsay llega a Buenos Aires el 14 de mayo de 1810, llevando las noticias de la disolución de la Junta de Sevilla —cosa que el virrey Cisneros intentó demorar infructuosamente—.

Así es que el 26 de mayo de ese año, está entre los oficiales británicos que se entrevistaron con la Junta y el Cabildo de Buenos Aires, y presenciaron el desfile de los funcionarios de la Audiencia y los jefes militares para jurar a las autoridades revolucionarias. Es de recordar que ese infausto día, los jefes insurgentes que integraban la Junta concedieron el monopolio comercial a la Gran Bretaña e izaron la “Union Jack” en el fuerte de Buenos Aires.

Sin embargo, la situación en la Península Ibérica cambió y en junio el comodoro Elliot trajo nuevas instrucciones: “oficialmente” Gran Bretaña apoyaría al Consejo de Regencia en la Península, pero en forma extraoficial los británicos prestarían recursos a la Revolución que se iba extendiendo por todo el continente.

En agosto, sin embargo, el enfrentamiento de la Junta revolucionaria en Buenos Aires con los realistas fieles a la Patria en Montevideo se hizo más grave. La Junta decide cerrar el puerto y la ensenada de Barragán contra el parecer del comandante Elliot. Éste apoya tácitamente a la escuadra española de Primo de Rivera en su bloqueo del Río de la Plata.

Pero en septiembre llegan al estuario del Plata seis buques mercantes conducidos por Alexander Mackinnon, y contratados por los comerciantes irlandeses Frederick Dowling y Daniel MacKinlay. Éstos piden infructuosamente a Elliot la apertura del bloqueo, pero con la ayuda de Ramsay se entrevistan en Río de Janeiro con Lord Strangford y el Alte. De Courcy. Ambos eran favorables a la Revolución y ordenan a Elliot deponer su actitud.

Nuevamente la Junta cuenta con el apoyo inglés en nombre de quien se hizo la Revolución de Mayo. Pero es cuando Primo de Rivera evacua a los fieles al Rey (los pocos que pueden escapar a los jacobinos de Mayo) y refuerza el bloqueo. Dos mercantes son capturados, pero rápidamente la escuadra británica reacciona: Ramsay amarra su pequeña goleta a la fragata española “Mercurio” y amenaza con iniciar una guerra. Ante esa perspectiva, Primo cede a la presión inglesa y suelta los mercantes, que logran llegar a Buenos Aires. Al día siguiente, La Gazeta de Buenos Ayres publica lo acontecido con lujo de detalles y solicita una condecoración para el joven marino inglés.

Ya en noviembre arriba a Montevideo el vicealmirante De Courcy. Ramsay lleva en su goleta a representantes de la Junta que se entrevistan con el jefe naval británico. Romarate, sustituto de Primo, se ve forzado a deponer el bloqueo.

El 10 de enero de 1811, el Cabildo de Buenos Aires concede al Tte. Ramsay la ciudadanía. Y, lo que era seguramente más importante para él, la gratitud de los súbditos británicos en el Río de la Plata, la aprobación del vicealmirante Michael De Courcy y una comisión como Comandante como premio, firmada por el Primer Lord del Almirantazgo. En su viaje de regreso a Inglaterra para asumir su nueva comisión, Ramsay escoltó a la goleta HMS “Fame” que transportaba al secretario de la Junta, Mariano Moreno, a Londres, donde éste, en nombre del nuevo gobierno revolucionario, haría votos de sumisión a Su Majestad Británica. El destino haría que Moreno muriese en el camino, no llegando a verificarse semejante acto indigno.

Los años siguientes Ramsay pasará su tiempo en el Mar del Norte y en la guerra de 1814-15 con los Estados Unidos. Curiosamente, por su heroísmo en esta guerra poco conocida, el comandante Ramsay será nombrado por el almirante Thomas Alexander Cochrane (a quien veremos luego en el Pacífico Sur colaborando con San Martín) a cargo de la fragata capturada USS “President”.

En noviembre de 1825, Ramsay firma un contrato de corsario con el gobierno de Buenos Aires como jefe de escuadra, pero luego lo cede a su amigo William Brown (el futuro almirante Guillermo Brown), también oficial de la Real Armada Británica. El famoso sable de Brown —conservador en el Museo Naval de la Nación— fue un regalo de Ramsay.

Ramsay se retiró del servicio activo, siendo Contralmirante, en 1850, y falleció cuatro años después. Una calle del barrio de Belgrano, en la Ciudad de Buenos Aires, recuerda a este “patriota” de los intereses británicos.

El autor, miembro del Instituto Nacional Browniano, de la Society for the History of Navy Medicine y vitalicio del U. S. Naval Institute, es investigador de temas de historia naval. Su libro The Quest of David Jewett fue seleccionado por la Academia Naval de los Estados Unidos por su gran calidad para ser presentado en el Simposio de Historia Naval. En 2008 fue designado miembro del Comité Científico de la International Review of the Armed Forces Medical Services (órgano oficial del Comité Internacional de Medicina Militar, con sede en Bélgica). Recientemente publicó American and British Presence in the United Provinces of the Rio de la Plata.

Goleta HMS "Mistletoe",
comandada por el Teniente Robert Ramsay
en el Río de la Plata en apoyo de la Primera Junta

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